La problemática de la caza: La deforestación a que está sometida la selva -tanto del Paraguay como del Brasil- es tan desvastadora que a muy corto plazo ya no tendremos bosques; en especial en nuestro país que cubre una superficie modesta y los daños son más visibles. Los brasileños, no contentos con depeder su territorio, avanzan inexorablemente sobre el Paraguay cual bandeirantes de la época colonial, ante la apatía, despreocupación y connivencia de las autoridades locales, quienes les venden las tierras y los troncos de los árboles, planteandose un problema similar al de los palestinos, quienes luego de despojarse a buen precio de sus tierras, claman por la invasión foranea.
La maravillosa selva sub-tropical de la Región Oriental del Paraguay ha sido trastocada -en menos de 30 años- por terrenos de cultivo y pasturas artificiales y como contapartida no se ha plantado un sólo árbol ni se han dejado islas de monte que oxigenen nuestra atmósfera. Toda la fauna ha sido arrinconada y aniquilada, no sólo por la cacería comercial en sí, sino porla falta de selvas que la cobijen, lograndose una total y absoluta depredación que representa el mayor daño ecológico que se pueda esperar en desmedro de nuestros hijos. En el año 1945, los bosques de la Región Oriental cubrían el 55,10%, en 1991 sólo el 15% y hoy ya no queda nada. El Chaco está sufriendo un proceso paralelo.
La caza deporiva, dentro de las fechas convenientes y debidamente contrlada, es una necesidad en todo país civilizado. Incluso en aquellos superpoblados de Europa, como Bélgica, Francia, Alemania, etc la caza se permite en determinada época. (Tgr. 5, 6, 7, 25)
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